23 Isaias, 24 Jeremias

23 Isaías: La salvación del Señor.

En este libro vemos el paralelismo de toda la Biblia y también muestra la mayor revelación de Cristo en el antiguo testamento, aparte de que es la mayor prueba de veracidad de la Biblia por las profecías dichas con más de 700 años de antelación. Cuando intente leer por primera vez este libro en 1991 no entendí nada y me pareció hasta tedioso pero ahora a la luz de tener a Cristo en el corazón y a la gracia de Dios por medio de la guía del Espíritu Santo y la de los Maestros me es posible ver mas allá y comprender conforme mi madurez espiritual me lo permita.

El ministerio de Isaías abarca unos 50 años en los 2 reinos y sus cautiverios por asiría, a Isaías le inquietaba la constante rebeldía del hombre y se preguntaba el por que si hasta en los animales reconocen a su amo y vuelven a su pesebre, pero el hombre es necio.

Como ya se menciono la salvación de Jehová por medio del Mesías se encuentra entrelazada en este libro manifestando siempre el amor al hombre con el cual quebrantara la iniquidad del mismo y con el cual suplirá toda necesidad, cosa que el hombre nunca podrá hacer, este es el método de Dios de romper la rebeldía imponiendo su amor con la corrección hasta que el corazón se abre ante el poder de Dios y así cumplimos lo que Jehová tenia destinado para nosotros.

Asiría simboliza la impiedad humana que rechaza a Dios y que invita a vivir como queramos y a sacarle partido a todo. Babilonia simboliza la apostasía religiosa que desvía al hombre de la verdadera adoración. Esto acentúa nuestra rebeldía pues a pesar de que sabemos que es o correcto y que debemos hacerlo, somos impotentes ante nuestra iniquidad y no deseamos corregirnos. Pero el amor de Dios nos acompaña siempre y nos promete limpiarnos si volvemos a Él. Si amen.

24 Jeremías: Perfil del valor.

Ultimo profeta de Juda antes del cautiverio a Babilonia, durante los 40 años que dura su ministerio su mensaje fue de denuncia y reforma pero nunca tubo éxito su señalamiento hacia el pueblo pues la impiedad era grande, pero Jeremías cumplió el propósito de Dios y no se limito a expresar su desanimo por su ardua tarea. Jeremías le recuerda al pueblo que no esta tomando en serio a Jehová y que han perdido contacto con su palabra al adoptar un modo de vida mundano de baja moral e injusticia por lo que por medio de Jeremías Dios dicta juicio a la nación, pero también contempla la promesa y el reinado milenario, y de la maravillosa visión del alfarero en la restauración al modo de Dios de las vidas destrozadas por nosotros mismos. Por otra parte Jeremias es honesto y expresa sus sentimientos a Jehová por el luchar constante y sin frutos que lo desanima, aunque en publico era valiente e intrépido a solas clamaba a Dios amargamente, pero logra fortalecerse y llenarse de gozo y animo al alimentarse de la palabra de Dios que le recuerdan su llamamiento y la promesa de que Jehová estará con el restaurándolo y librándolo, para estar poderoso ante las naciones por la gracia de Dios que se fortalece de nuestras debilidades pues levanta espíritus destrozados, heridos y derribados para convertirlos en vasijas al modo de Dios de tal manera que realicen lo que a Jehová le complace. O padre mío restáurame y moldeame a tu voluntad para se cumpla tu propósito y se establezca tu reino, permíteme ser vaso dispuesto para tu obra, instrumento de tu poder y vasija conforme a tu corazón, si amen.